En ocasiones determinados elementos del arte de otros tiempos, influenciados por las configuraciones de la época dan lugar a diferentes estilos.
La música de los ochenta, por ejemplo, en general tiene un estilo particular, debido a diferentes instrumentos musicales tocados de determinada manera. Sintetizadores, voces con eco y diversos componentes marcan una estética, y esa estética marca una época, que en la mayoría de los casos queda grabada en nuestras mentes.
Lo interesante de esto es que los elementos de esta estética son casi siempre elementos del mismo pasado, es decir, en el momento del tiempo en donde esto se creó. Pero en algunos casos particularmente interesantes, esto se da de una manera diferente, se da con componentes actuales y nuevos que utilizan los elementos y restricciones de la época pasada.
El primer caso que me llamó la atención en lo musical fue el grupo Chromeo. Este grupo actual compone música con un estilo claramente de los ochenta. Pero todas sus canciones son actuales y nuevas. La sensación que me causa (y esto es absolutamente subjetivo) es completamente nueva. No es la sensación de escuchar una canción del pasado, ni la novedad de escuchar una canción del presente. Es una mezcla de ambas. Se activa una nueva zona cerebral en donde lo escuchado resulta de alguna manera familiar, y al mismo tiempo agradablemente novedoso.

Claramente este efecto es difícil de lograr, ya que los ritmos que poseen las creaciones artísticas actuales por lo general son abismalmente más rápidos que las creaciones del pasado, luego poder crear algo en el presente, que respete los ritmos del pasado y que al mismo tiempo no quede fuera del ritmo presente es una tarea muy difícil.

En el segundo caso me ocurrió con la música de ocho bits. Los ocho bits marcaron una época muy importante en los videojuegos, tanto gráficamente como musicalmente. Las limitaciones de los procesadores de 8 bits dieron como resultado el nacimiento de una estética. Una estética que en el momento en que existía, no nos dábamos cuenta de lo que realmente se estaba formando. Esto sucedió gracias a que hace poco tiempo me contactó Pavlo Coleco, un músico que compone canciones de ocho bits. Si bien el género es relativamente conocido, no lo era para mí. Pavlo me envió una serie de canciones compuestas con las limitaciones de la época, pero al mismo tiempo nuevas. El resultado cerebral para los que hemos vivido y jugado en esa época es absolutamente novedoso y difícil de explicar. Como mencioné antes, se mezcla el pasado con el presente. Es como una sensación de saudade renovada, o sin referencias pasadas. Muy interesante y absolutamente recomendable.

La verdad que la música de Pavlo me sorprendió gratamente y forma parte de mi colección del iPod. Dejo algunos samples a continuación para que disfruten y los links a sus websites.

Música de Pavlo

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Música de 8 bits, 7.5 out of 10 based on 2 ratings